ESTERILIZACIÓN COMO MÉTODO PARA REDUCIR ABANDONOS
El control de natalidad, mediante la esterilización, es la única vía para reducir el número de perros abandonados
Las camadas incontroladas es una de las nefastas consecuencias de los perros abandonados sin dueños. Si una perra suele tener dos celos al año y la media es de seis-siete cachorros por camada, significa que una perra abandonada puede multiplicarse por 14 cada año, mientras sigue en situación de abandono, con multitud de cachorros que difícilmente encuentran un hogar.
Así, pues, hoy en día, mientras no haya una clara conciencia y responsabilidad social frente a esta situación, el control de natalidad, mediante la esterilización, se vislumbra como la única vía para reducir el número de perros abandonados.
El único anticonceptivo 100% eficaz es la esterilización, pues los anticonceptivos no son recomendables; de hecho en la mayoría de los países europeos están prohibidos, ya que los efectos secundarios de estos fármacos son muy peligrosos.
VENTAJAS DE LA ESTERILIZACIÓN
Existen claras y científicas ventajas en la esterilización de tu animal de compañía tanto para ti como para él. Todos los que han optado por la esterilización de su ejemplar han quedado encantados con el resultado y tanto ellos como su animal disfrutan de una vida más placentera.
El dueño de una perra no verá su casa manchada de sangre cada seis meses, su hogar no será custodiado por machos que harán guardia en el portal día y noche; tampoco verá cómo sufre su perra por el nerviosismo del embarazo psicológico.
Asimismo, el amo de un perro no tendrá la tensión de las escapadas en época de celo y las peleas entre otros machos con graves consecuencias, disminuirá la agresividad debido a la sexualidad.
La salud de una animal castrado es mucho mayor: los animales vivirán más años ya que evitaremos enfermedades relacionadas con el aparato reproductor, desgraciadamente muy frecuentes.
Las hembras evitan el cáncer de útero, el cáncer y los quistes ováricos; con cada celo que tenga sus mamas se verán influidas por la hormonas que provocan los tumores mamarios que, en el caso de las gatas, el 85 % de ellos son malignos, por ello cuánto más temprana sea la cirugía más beneficiosa será para ella; también es conocida la temible piómetra o infección uterina cuya única solución es la cirugía de urgencia. Vivirán más relajadas porque carecerán del estrés provocado por la época fértil y por los embarazos psicológicos.
Los machos, con una cirugía menos complicada, evitarán el cáncer de testículos, enfermedades de la próstata como la prostatitis, la hiperplasia prostática o el cáncer, entre otras más. Será mejor guardián porque no tendrá distracciones, ni tendrá épocas de no comer y ansiedad por culpa de una hembra en celo.
EN QUÉ CONSISTE LA ESTERILIZACIÓN
La esterilización consiste en la extirpación de los ovarios y el útero, en el caso de la hembra, y de los testículos, en el del macho. Ambas cirugías se realizan bajo anestesia general. Todos los animales que se entregan en adopción, desde ésta y cualquier protectora, han sido previamente sometidos a una operación de esterilización.
Antes de la cirugía, para evitar riesgos, sometemos al animal a un control veterinario que consiste en una revisión médica y un análisis sanguíneo y se le cita en ayunas para la operación.
Después de la intervención, el animal se puede ir ese mismo día a su casa, en una semana habrá cicatrizado totalmente la herida de incisión.
MITOS Y LEYENDAS DE LA ESTERILIZACIÓN
Mucha gente cree que el animal engorda si lo castramos, pero esto no tiene por qué ser cierto; sabemos que las necesidades calóricas pueden disminuir después de la castración de un 28 a un 33%, así que la solución es administrar una alimentación baja en grasa y con más fibra (pienso light), aunque hay muchos animales que, en la práctica, pesan igual que antes.
No debemos caer en la creencia de que sería bueno que nuestra perra viviese por lo menos una maternidad para estar realizada. Lo primero que debemos tener claro es si la consideramos una reproductora, encaminada a tener descendencia como animal de cría, o una más de la familia, para darnos compañía, porque así le podemos evitar los riesgos de la preñez, el parto y el puerperio.
Lo mismo ocurre con la creencia de que un macho tiene que cubrir a una hembra por lo menos alguna vez en su vida. No debemos caer en el juego fácil de extrapolar ideas de los humanos a los animales; un lobo, por ejemplo, si no es el jefe de la manada tiene nulas posibilidades de montar a una hembra del grupo en toda su vida. Tampoco sería aconsejable dejarle, digamos, desfogar una vez porque luego sus ansias de querer repetir se hacen inaguantables.
Un animal por estar castrado no se hace tonto, ni desinteresado por el mundo, ni tendrá un desequilibrio hormonal, ni va a dejar de crecer. Si tu mascota es inteligente lo seguirá siendo; si es alegre, lista, ágil, guardiana de su familia y juguetona no dejará de serlo y aún por encima no tendrá la carga emocional de todo lo que conlleva las épocas de celo, simplemente será más tranquila, será lo único que notes.